Desde lo alto de su pico rocoso, el castillo medieval de Foix domina los techos del casco antiguo y la confluencia del Ariège
y del Arget, y conserva de su pasado de inexpugnable plaza fuerte sus
tres torres de matacán y sus altas murallas. Esta imponente fortaleza de
los condes de Foix alberga actualmente el museo departamental del
Ariège, un espacio que evoca la historia del castillo y del condado de
Foix por medio de exposiciones temáticas y colecciones medievales que
reúnen objetos de la vida cotidiana, armas y armaduras. Desde lo alto de
su torre redonda, se puede disfrutar de un magnífico panorama de la
ciudad, el valle del Ariège y las montañas de los alrededores.
Más abajo, el casco antiguo de Foix invita al vagabundeo, con sus callejuelas comerciales y sus bellas plazas con terrazas de cafés. Durante el recorrido, no podemos dejar de contemplar la iglesia abacial de San Volusiano y sus magníficas sillerías esculpidas del s. XVII, así como el mercado de cereales de estilo Baltard.
Más abajo, el casco antiguo de Foix invita al vagabundeo, con sus callejuelas comerciales y sus bellas plazas con terrazas de cafés. Durante el recorrido, no podemos dejar de contemplar la iglesia abacial de San Volusiano y sus magníficas sillerías esculpidas del s. XVII, así como el mercado de cereales de estilo Baltard.
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